Autor:Pedro Pereira
El Dios que nos llamo por su grande misericordia quiere y desea usarnos como instrumentos útiles en sus manos, pero tenemos que estar dispuestos como el profeta Isaías cuando Dios le llamo para que le sirviera, tal como dice en el libro de Isaías 6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Es así como debe responder todo hijo de Dios al llamado que hace su Padre celestial, porque solo si procedemos de esta manera, desarrollaremos la capacidad que Dios nos ha dado y estaremos haciendo la voluntad de aquel que no llamo y capacito por su gracia su nombre es el Dios Altísimo, quien busca hombres y mujeres que quieran agradarle de todo corazón y no cristianos conformistas, que solo quieren una religión todos los domingos y los demás días se olvidan de que Dios pide mas de ellos y que a Dios se le obedece todos los días para poder recibir los beneficios espirituales y materiales, que el Señor quiere proveernos porque en la palabra del Señor, en el libro a los Romanos 8:32 dice: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?. La claridad con que Dios nos habla por medio de su Santa Palabra es evidente y esto lo hace porque nos ama y quiere lo mejor para cada uno de nosotros, debemos volvernos a Dios de todo corazón y decirle a Dios ¡Heme aquí Señor envíame a mi! Usa mi boca, usa mis manos, usa mi mente, usa mi corazón me presento delante de ti Señor, como una ofrenda agradable ante ti mí amado Señor y Dios, a quien pertenece la gloria, la honra y la alabanza por todos los siglos. Amen
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