SED POR EL DIOS VIVO

“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la Palabra de Jehová” Amos 8:11

jueves, 5 de mayo de 2011

Los nunca más

Nunca más confesaré “no puedo”, porque “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
(Filipenses 4:13)

Nunca más confesaré pobreza, porque “Mi Dios suplirá todo lo que me falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)

Nunca más confesaré temor, porque “Dios no me ha dado el espíritu de cobardía, si no de poder, de amor, y de dominio propio”. (2da de Timoteo 1:7)

Nunca más confesaré duda y falta de fe, porqué “Dios ha dado a todos sus hijos la medida de fe”. (Romanos 12:3)

Nunca más confesaré debilidad, porque “Jehová es la fortaleza de mi vida”. (Salmo 27:1), y “El pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará”. (Daniel 12:32)

Nunca más confesaré que Satanás gobierna mi vida, “porqué mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.(1 Juan 4:4)

Nunca más confesaré derrota, porque “Dios siempre me lleva en triunfo en Cristo Jesús”. (2 Corintios 2: 14)

Nunca más confesaré falta de entendimiento, porque “Dios ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría”. (1 Corintios 1:30)

Nunca más confesaré enfermedad, porque “por su llaga fui curado” (Isaías 53: 5), y Jesús “mismo tomó mis enfermedades y llevó mis dolencias” (Mateo 8:17)

Nunca más confesaré pesares y frustraciones, porque estoy “echando toda mi ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de mí” (1 Pedro 5:7). Con Cristo estoy libre de preocupaciones.

Nunca más confesaré esclavitud, “porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad” (2 Corintios 3:17). ¡Mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo!

Nunca más confesaré condenación, porque “no existe la condenación para aquellos que están en Cristo” (Romanos 8:1). Yo estoy en Cristo; por lo tanto, estoy libre de condenación.
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domingo, 1 de mayo de 2011

No desacates las ordenes de Dios


Autor: Pedro Pereira
Génesis capitulo 19: 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Esta historia bíblica narra acontecimientos que marcaron las vidas del patriarca Abraham y a sus familiares, entre ellos Lot sobrino de Abraham el cual había estado viviendo en la comarca de Abraham durante varios años, pero hubo rivalidad entre los pastores de Lot con los pastores de Abraham, por ello decidieron dividirse, Lot se dirigió hacia lo mejor de la tierra en cuanto a su geografía, pues era tierra muy productiva ese era el territorio de Sodoma y Gomorra, antes de que Dios las destruyera por causa del pecado que se cometía en esas ciudades, el pecado fue extremadamente grande por lo cual Dios hablo al patriarca Abraham, sobre el castigo que vendría sobre esas ciudades contaminadas por la maldad, por esa razón Abraham le pide a Dios que permita que los justos que halla en esos lugares sean rescatados por la misericordia de Dios, encontrándose solamente como justos a Lot y su familia. La voluntad de Dios fue decisiva sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra, por ello envía dos ángeles para rescatar de lo que iba acontecer en esas ciudades a Lot y a su familia, la orden era apremiante ellos debían salir antes de que el juicio cayera en esas regiones, los ángeles enviados por Dios les ordenan a Lot y a su familia a no detenerse en toda la llanura y a no mirar hacia atrás, pero la mujer de Lot miro hacia atrás convirtiéndose en estatua de sal, como consecuencia de no haber obedecido a la orden dada por Dios de no mirar hacia atrás, ello nos llama a la reflexión de que no debemos desobedecer a las ordenes de Dios que están en su Palabra, la cual se cumple a cabalidad porque Dios no es hombre para que mienta, por ello debemos ser obedientes a Dios.