Un Reino inconmovible

La Palabra de Dios dice en Hebreos 12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; Los cristianos verdaderos hemos recibido un reino inconmovible, es el reino de Dios nuestro Padre, que nos a dado el derecho de ser hijos de Dios, por medio de Cristo nuestro Señor, como dice en el Evangelio de Juan 1: 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; La palabra potestad significa derecho, es decir que Dios nos da el derecho de que seamos sus hijos y ciudadanos de su Reino, estamos en esta tierra representando al Reino mas poderoso que existe, uno que nunca pasara, sino que permanecerá por toda la eternidad, por ello Cristo dijo estamos en este mundo pero no somos de el, porque hemos sido trasladado del reino de las tinieblas al Reino de la luz, como dice en la Epístola a los Colosenses 1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Todos los reinos de este mundo tienen que sujetarse al Reino inconmovible de nuestro Rey y Salvador Jesucristo, el unigénito hijo de Dios quien tiene toda potestad en el cielo y la tierra, como dice en el Evangelio según San Mateo 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Cuando el Señor Jesucristo resucita de entre los muertos recibe toda potestad en el cielo y en la tierra, por ello cuando usamos el nombre Divino de Jesús, no hay diablo ni demonio que se pueda resistir, porque el nombre de Jesús es un nombre sobre todo nombre, como dice en la Epístola a los Filipenses 2:9,10,11 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.