SED POR EL DIOS VIVO

“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la Palabra de Jehová” Amos 8:11

lunes, 3 de marzo de 2014

Que redención más grande

El Dios que creo los cielos, la tierra, el mar y todo lo existe es un Dios de amor y misericordia, lo demostró dando lo que mas amaba su único hijo nuestro Señor Jesucristo, el cual vino a este mundo a morir por pecadores, que no teníamos ninguna oportunidad de salvación, como esta escrito en Romanos 3:10,11,12 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. En la tierra ningún hombre tenia las cualidades para redimir a la humanidad del pecado, que es lo degrada al hombre y desagrada al Dios tres veces santo, que habita en la eternidad, por ello Dios mismo toma cuerpo de hombre, para hacer la expiación por todos los pecados, por medio de su sangre preciosa derramada en la cruz del calvario, como dice en 1ra de Pedro 1:18,19 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, es así como Dios redime a todo pecador que se acerca a Cristo el Señor, buscando el perdón de los pecados y la vida eterna preparada, para todo aquel que recibe al Señor Jesucristo, como salvador de su alma y de su vida, porque Cristo Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, como dice en 1era de Timoteo 2:5,6 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. La oportunidad de salvación esta abierta con solo confesar y creer, como dice en Romanos 10:9,10,11 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Que Dios te bendiga grandemente.

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